¿Qué es la gestión del riesgo en agua y saneamiento básico y por qué es importante que se construya desde el nivel comunitario? ¿Por qué es importante la vigilancia del agua en zonas rurales?
Estas fueron algunas de las preguntas que se abordaron en un intercambio de buenas prácticas entre Colombia y Perú durante la semana del 17 al 21 de febrero. La Embajada de Suiza – Ayuda Humanitaria y Desarrollo (COSUDE), en el marco del proyecto ASIR-SABA, promovió un espacio de intercambio entre instituciones para dialogar sobre la gestión del riesgo, las acciones para proteger las cuencas, la educación sanitaria y las estrategias de calidad y vigilancia del agua en zonas rurales. “El Proyecto ASIR – SABA está inspirado en una experiencia peruana llamada SABA Plus. Es importante promover este tipo de intercambios para reflexionar sobre cómo se puede incidir en la política pública de agua y saneamiento básico de nuestro país, tal como lo logró SABA Plus” comparte Viviana Angulo, Directora nacional de ASIR – SABA.
Los eventos de intercambio se llevaron a cabo en Bogotá, Cali, Gámeza y Mongua (Boyacá) y participaron instituciones como el Ministerio de Salud y Protección Social, la Cancillería colombiana, la Unidad para la Gestión del Riesgo de Desastres, representantes de las alcaldías, la Fundación Panamericana para el Desarrollo – FUPAD, SUNASS Perú y SABA Plus Perú.
Hablamos con Herberth Pacheco, director de la ONG SABA Vida, para conocer sobre la gestión comunitaria del agua desde la experiencia peruana:
¿Qué es la gestión del riesgo y por qué es importante para los proyectos de agua y saneamiento?
La gestión del riesgo comunitario es el conjunto de acciones que debemos realizar de manera coordinada – y a nivel comunitario – para evitar que los proyectos de agua y saneamiento se vean afectados. Es decir, son las acciones para que los prestadores de servicios estén preparados y sean resilientes para enfrentar las adversidades. Las comunidades juegan un papel clave en la gestión del riesgo porque en zonas rurales son ellas las prestadoras comunitarias de agua y saneamiento quienes tienen que enfrentar o solucionar los peligros, los riesgos y/o amenazas.
¿Qué cree que puede aprender Colombia de la experiencia en agua y saneamiento en zonas rurales del Perú?
Lo que puede aprender Colombia en gestión del riesgo de agua y saneamiento en zonas rurales es el enfoque de obligatoriedad para la formulación, aprobación y determinación de viabilidad de cualquier proyecto de inversión pública que tenemos en Perú. Para financiar los proyectos de agua y saneamiento, estos deben cumplir con el análisis e implementar medidas de reducción de riesgo de desastres.
Mencione una buena práctica en vigilancia de la calidad del agua en zonas rurales del Perú que se esté implementando.
La vigilancia de la calidad del agua es una acción para garantizar que la calidad del agua que el prestador ofrece cumpla con el marco normativo sectorial. Es decir, sirve para garantizar que el agua que llega a los hogares sea de buena calidad. La vigilancia recae en el sector de la salud y va más allá de la caracterización del recurso hídrico. Una buena práctica es establecer estrategias diferenciales y adecuadas desde el sector de la salud para que los protocolos y acciones de vigilancia se puedan adaptar al ámbito rural. De tal manera que se debe contar con los equipos técnicos, la tecnología, el presupuesto y las metodologías para que dichas estrategias se implementen efectivamente. Tanto en Perú como en Colombia sigue siendo un reto y el aprendizaje es para ambos lados.
Como conclusión, las reflexiones que surgieron en el espacio estuvieron enmarcadas en garantizar el mejoramiento de la salud, los buenos hábitos, las condiciones adecuadas para el consumo del agua, la correcta manipulación de alimentos y los servicios higiénicos. De ahí, la importancia de protagonizar a las comunidades rurales como el núcleo del desarrollo, ejecución y viabilidad de cualquier proyecto de agua y saneamiento rural.