El panorama sobre el agua en zonas rurales de Colombia es desalentador, por lo menos 3 millones de las personas que habitan el campo colombiano (11.653.673 personas) no cuentan con acceso a los servicios básicos de agua potable, y más de la mitad se encuentran sin acueductos y alcantarillados, lo cual equivale al 28% de la población rural colombiana, según cifras a 2015 del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio.
Además, en la actualidad existen más de 26 enfermedades debido al consumo de agua en condiciones no óptimas para el humano, según la Organización Mundial de la Salud – OMS, es por esto que afecta dramáticamente el organismo provocando daños en el mismo y deteriorando la salud. Entre los padecimientos más comunes está la Enfermedad Diarreica Aguda, la cual, a junio de 2018, en Colombia había dejado 70.348 casos.
Sin embargo, en medio de este fenómeno, existen organismos internacionales que se han preocupado por estas realidades y de la mano a un equipo de trabajo construyen nuevos procesos para procurar cambiarlas; como la Embajada de Suiza en Colombia – Ayuda Humanitaria y Desarrollo (COSUDE), que trabajan por asegurar que las comunidades periféricas del país, sin acceso al agua, tengan una mejora en su calidad de vida, a través de un acceso al servicio básico de agua apta para el consumo humano o de potenciar procesos comunitarios que ya existen y que contribuyen al acceso de este recurso.
El campo y sus acueductos comunitarios
Las comunidades, a través del tiempo han jugado un papel importante para cambiar esta realidad, construyendo procesos comunitarios a través de los acueductos desde una lógica de integración de esfuerzos por mejorar la calidad de vida de todas las personas que habitan zonas en conflicto y sin plantas de tratamiento de agua.
La contribución de ASIR-SABA a la vida digna en Colombia
El proyecto de Agua y Saneamiento Integral Rural ASIR SABA, ha promovido el desarrollo sostenible de la mano de comunidades que han gestado iniciativas locales de almacenamiento en sus territorios para mejorar su calidad de vida y vivir dignamente. Se proyecta para apoyar a construir paz en contextos de violencia, mejorando infraestructuras y cobertura de acueductos para que las comunidades de los municipios beneficiarios tengan acceso a un servicio básico de agua potable, ya sea por una red de distribución, local o secundaria.
A pesar de que Colombia es uno de los países más ricos en recursos hídricos, la contaminación, la brecha en acceso de agua y la pobreza, contribuyen a la desigualdad social en el país, encontrando a departamentos como Valle del Cauca, Nariño y La Guajira en un alto riesgo por la dificultad en el acceso así como al consumo de este líquido, según el Índice de Riesgo de la Calidad del Agua para Consumo Humano IRCA – del Observatorio Ambiental de Bogotá.
Estas razones son las que se traducen en que acciones como las de la Embajada de Suiza, Ayuda Humanitaria y Desarrollo – COSUDE con el proyecto ASIR-SABA, sean de suma importancia y de gran valor para contribuir a disminuir las realidades que viven las comunidades en temas como el acceso al agua, la gestión del riesgo, la mejora en sus infraestructuras, entre otros.
Por ello, cabe resaltar que el proyecto ASIR-SABA respeta los procesos ancestrales de las comunidades y sus modelos de sostenibilidad, en los cuales son involucrados para mejorar y asegurar la toma de decisiones eficaz y la selección de tecnologías de agua y saneamiento más adecuados para los contextos del territorio.